viernes, 19 de julio de 2013

Leandro Alva




El Iscariote

El cuerpo se mece,
¿lo mueve el viento o la que tiembla es la rama?
Algunos pájaros interrumpen su canto,
la tarde.
El agua desafina en cántaros quebrados
por eso calla.

Todo es silencio, corona de espinas.

El cuerpo se mece,
si es el viento el que lo mueve o es la higuera
       quien vacila
no importa.
Algunos pájaros interrumpen su canto,
no su apetito.
Bajo la piel de cordero se hincha el lobo.
La carne arrepentida
oscila su traición.




Incertidumbre del ocaso

Los pellejos del (pre)texto
enarbolan el ímpetu del trueno,
oriflama que se agita en vano
y asume la restitución de nada.

Vengo a escribir lo que se apaga,
otro raspará el fósforo
en la caja vacía.





De Tundra, Araucaria editora, 2011.











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