lunes, 22 de octubre de 2012

Leonardo Martínez




LA CASA


Mi padre 
heredó de viejo
la casa y los alfalfares de mis abuelos
La casa estaba en ruinas
puertas y ventanas tapiadas
Las hormigas habían levantado grandes túmulos
en los pisos
Los techos filtraban el agua de las lluvias
y por los huecos de las tejuelas rotas
la luz caía en figuras cambiantes
Mi herencia fue en otoño
La iguana que tenía su cueva
en la sala de sillones sombríos
empezaba a dormir su sueño de invierno
Las comadrejas abandonaban el nido
hecho en la maraña del clarín de guerra
y en el patio
sólo se oía la embestida del viento
Los alfalfares ya eran montes
de vegetación áspera y cerrada
guarida secreta de habitantes
de la casa

Ahora
la casa está vencida
el tiempo clausurado





SIN RESTA


Atardezco
Pronto me alcanzará la noche
y la oscuridad será mi madre
recibiendo en brazos al expósito
Infierno y cielo
izquierda y derecha
nada atrás nada adelante
un solo río hacia el mar
una sola voz en la sombra
Madre no me hieras
Pero la madre hiere y danza
en la cornamenta de la luna
Antes y ahora igual
corre el día por amor de la noche
mientras la barca oscura
navega en el copioso abismo







De El tiempo cumplido, 2012.







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